La antorcha olímpica es uno de los principales símbolos del olimpismo. Junto a la bandera, los anillos y las medallas, simboliza una tradición milenaria que hoy continúa vigente con el traslado de la llama como motor del espíritu deportivo. Y Corrientes no quiso estar ajena a este tour, formando parte del camino argentino que, en total, sellará más de 14.000 kilómetros.
Encendida a fines de julio, esta llama llegó al país semanas atrás y comenzó un recorrido por 16 ciudades que culminará en el Parque Olímpico que se tiene preparado en Buenos Aires para la tercera edición de los Juegos de la Juventud, del 6 al 24 de octubre.
En Argentina, se encendió en el país en Villa Soldati, luego de la ceremonia que abrió este camino en el histórico estadio Panathinaikó, en Atenas, Grecia. Llegó a la Argentina en un cofre cerrado, en el que la llama fuego no se apaga. Cuenta con un procedimiento particular, con dos lámparas que están siempre encendidas para mantener ese fuego. Se las recarga permanentemente con una parafina líquida que aguanta entre 15 y 16 horas.
Y así llegó a Corrientes, procedente de tierras misioneras.
Si existe un protocolo que determina el orden de los relevistas, los protagonistas lo desconocían y desde la organización correntina siguieron las indicaciones que llegaban del COA.
El múltiple medallista olímpico correntino abrió la escena. Carlos Espínola fue el primero en portar la antorcha y comenzó una cadena de relevos que contó con experiencia y promesas.
Lautaro Midón volvió de su gira europea y portó la antorcha con tan solo 14 años. Una de las promesas del tenis correntino cedió la llama a Mauro Crismanich, taekwondista que participó en mundiales y un referente para esta disciplina olímpica.
Luego pasaron Noemí Prone, Karina Lencina, Yuri Maier, Jonatan Leyes, Lettizia Alcaraz, Dan Gamarra, María Florencia González Cabañas y cerró la ciclista Cristina Greve, reconocida a nivel sudamericano y varias veces campeona argentina.
Cristina estuvo cerca de ser olímpica (cumpliendo con las campañas en la previa de Beijing 2008 y Londres 2012), siendo quien ayer encendió el pebetero que iluminó al parque Camba Cuá y confirmó a Corrientes como una ciudad con espíritu y valores olímpicos.
Fuente: Epoca