El conductor de un remís, un mozo, una profesora de inglés, un artesano, un estudiante de cocina y el personal de limpieza de un hotel, arquitectos, agencias de publicidad y hasta quienes prestan labores comunitarias en una iglesia pueden ser beneficiados por el desarrollo turístico de la ciudad. Eso sin contar los dueños de hoteles, comerciantes pequeños o no tan pequeños y quienes prestan servicios a gran escala de transporte o de gastronomía.
Cuando un destino turístico crece se motoriza la economía del lugar, con un efecto de derrame tan amplio que alcanza a todos.
Esa es la visión que comparten -quizás por primera vez en mucho tiempo- tanto el Estado provincial y municipal, como el sector privado dedicado al turismo en la ciudad. Esto se traduce en estrategias y acciones que ya empiezan mostrar resultados, además de perspectivas que permiten augurar un futuro cercano que -de concretarse-puede ser un transformador directo de la calidad de vida y el empleo de miles de correntinos.
¿Es una afirmación que peca de optimista? Para Gustavo Lorenzo Brisco, secretario de Turismo, Cultura y Deportes de la ciudad de Corrientes, la visión es “muy realista”. “Existe en cada mes una cantidad fija de dinero que circula en las calles.
El Gobierno paga los sueldos y eso es lo que se gasta en los comercios y servicios. Un negocio nuevo se abre y no genera más flujo de dinero, busca captar una porción del mismo mercado. Tenemos que apuntar a que la “torta crezca”, analizó en diálogo con época el funcionario. “La visión se corresponde con una mirada del intendente, Eduardo Tassano, desde el inicio de su gestión y también con la del Gobierno provincial”, subrayó. “Para lograr ese objetivo tenemos dos caminos: uno es exportar productos o servicios. El otro es el turismo, que toma una función de exportación porque ingresa dinero de afuera y se vuelca en la ciudad. Tiene mucho potencial y a corto plazo”, enfatizó el funcionario.
El objetivo se podría resumir en “que quienes vengan a la ciudad se queden más días y gasten más”. “A un destino le cuesta muchísimo atraer gente al lugar. Eso ya juega a nuestro favor. Aunque por mucho tiempo se lo consideró una desventaja, ser una ciudad de paso puede ofrecer muchas oportunidades. El desafío es crecer a partir de eso y requiere profesionalizar la oferta y estrategias articuladas”, describió.
Por diversión
“Los turistas llegan a un destino con dos fines posibles: por ocio o por negocios. Para convertirnos en ‘la peatonal Junín’ del turismo regional y que la gente luego entre y consuma, tenemos muchos desafíos”, reconoció Lorenzo Brisco.
Entre las propuestas que encara la Comuna se cuenta al programa que capacitó a unos 30 choferes de remises y taxis de la ciudad, con el objetivo de transformarlos en guías turísticos y así introducir un nuevo servicio para quienes visitan Corrientes: un circuito guiado por el casco histórico y las siete iglesias.
Además, se lanzó folletería en tres idiomas, a la par de una página web que concentra toda la oferta de servicios recreativos de la ciudad. “Se propone afianzar la marca de Corrientes como destino y por eso se buscó separarla del sitio institucional de la comuna. Que gane peso la marca propia, para mostrar la belleza de la ciudad y su oferta. Y estamos trabajando fuerte en un plan de marketing digital invirtiendo en promoción en redes sociales con tres mercados objetivos: la región, Asunción y Córdoba. Pronto lanzaremos también videos que publiciten la oferta de distintos operadores turísticos”, anticipó.
Fuente: Epoca