Niños y adolescentes con sus uniformes y guardapolvos son las imágenes que se nos viene primero a la mente al oír hablar de un nuevo cierre del ciclo lectivo en las escuelas. Sin embargo, existe un universo paralelo en el que, principalmente, personas adultas son protagonistas del desafío de terminar la primaria y secundaria.
Se trata de correntinos y correntinas que debieron abandonar o no pudieron comenzar sus estudios por trabajo, por la llegada de un nuevo miembro a la familia o por la carencia de ofertas educativas en su zona. Muchas de ellas ya se encuentran insertas en el mercado laboral y deben alternar sus obligaciones diarias con las actividades escolares.
María Mercedes Arias tiene 72 años, vive en el barrio Laguna Seca y es parte de una de esas tantas historias de superación personal a pesar de los años. En 2015 retomó sus estudios secundarios ante la insistencia de sus tres hijos: José Enrique (38), Martín (37), y Luis Alberto (29).
Desde que terminó la primaria se desempeñó como ama de casa y la economía familiar fue sostenida por su esposo, de 73 años, que siempre trabajó en un emprendimiento gastronómico a pocos metros del Anfiteatro “Mario del Tránsito Cocomarola”.
Comenzó a cursar en las escuela Nº146 “Crucero General Belgrano” y concluyó en la escuela Nº345 “Francisco Regis Ortiz” de la barriada. Todos los días asistía a clases de 18 a 21:30 y al principio las materias que más le costaron fueron matemática y lengua.
“Por suerte recibí ayuda de mis hijos y pude avanzar con más facilidad”, contó a época María.
“Al terminar de cocinar o mirar las novelas me encerraba a leer y dedicarle unas buenas horas al desafío”, relató la mujer que debió encontrar un espacio entre sus labores domésticos diarios.
“Desde el primer día me sentí cómoda con mis profesores y compañeros. Siempre fui muy curiosa y no dejaba a los maestros hasta que aprendía cada tema”, añadió María.
Su caso es un ejemplo de superación y por ello la septuagenaria aconsejó con humildad: “Les diría a todas las personas que sigan estudiando y que nunca dejen de hacerlo a pesar de la edad.
Durante el acto de egresados del Plan FinEs Secundario, el pasado 6 de diciembre, en el Hogar Escuela, María leyó un emotivo discurso en representación de los alumnos de la ciudad de Corrientes. “Tuve muchas escuelas: ser esposa, madre y estudiante y nunca estuve sola. Me acompañaron mis familiares, compañeros y profesores. Los llevaré siempre en mi corazón”, expresó en un breve discurso.
La Escuela Nº 345 del barrio Laguna Seca forma parte del grupo 52 de centros del Plan FinEs para terminalidad de estudios primarios y secundarios que se ubican en Capital.
Fuente: Epoca