Fue llevado a juicio bajo el cargo de ?lesiones gravísimas culposas?, sanciones contempladas en los artículos 26º y 94º del Código Penal en función de los artículos 40º, 41º, 45º y 91º de la misma norma legal. Los fundamentos de la sentencia se darán a conocer el viernes 11 de diciembre, a las 13. El tribunal estuvo integrado por Ana del Carmen Figueredo, Raúl Juan Carlos Guerín y Cynthia Teresita Godoy Prats. En el Ministerio Público Fiscal se desempeó el doctor Carlos Lértora. Como querellante intervino el doctor Martín Ríos y en la defensa del acusado actuaron los abogados Alejandro Romero y Juan Rafael Martínez. El incidente se produjo el viernes 5 de septiembre de 2014 alrededor de las 20.30 en el hospital Llano. Un chico, de 16 años, llegó acompañado de su madre y de una joven, que era su novia. El adolescente manifestó al médico sentir fuerte dolor de cabeza y náuseas. Después de examinarlo, ordenó que le inyectaran una medicación vía intramuscular y otra intravenosa. El enfermero Jorge Musa Abud hizo las aplicaciones. Pero algo ocurrió en la inyección intravenosa en el brazo izquierdo. El enfermero descartó esa jeringa y tomó otra y colocó el medicamento. Instantes después, el paciente comenzó a quejarse de fuertes dolores en el brazo. Se produjo un edema en el miembro que empezó a tomar un color cianótico. El chico gritaba de dolor y el médico decidió llevarlo al Instituto Cardiológico para que lo examinara un flebólogo. Un estudio de eco Doppler determinó que sufrió una trombosis arterial. Se realizaron interconsultas. Se hicieron unos intentos pero no se pudo restablecer la circulación en la arteria humeral ni en los capilares, solo en los grandes vasos. Lo derivaron al hospital Escuela y otra vez se hizo una evaluación. No se pudo salvar el brazo por lo que se hizo la cirugía y lo amputaron.